sábado, 14 de febrero de 2009

El largo camino a casa


Nos encontramos con Roland y sus amigos, Alain y Cuthbert, de camino a casa, después de los hechos ocurridos en El nacimiento del pistolero.
Tras sus pasos, los cazadores del gran ataúd intentan que no lleguen a su destino, ya que con ellos llevan la joya del tesoro de Farson, una esfera con un gran poder llamada "El Pomelo de Maerlyn".
Roland en contacto con ella, queda sumido en estado de coma, atrapado en el Reino del Rey Carmesí, donde solo una persona de noble corazón podra salvarle: Sheemie.
La épica saga de Stephen King, donde el autor mezcla la fantasía con la ciencia ficción, pasando por el western, regresa al cómic, en una nueva aventura basada en hechos que el autor de Maine solo dejaba entrever en su obra.
La colaboración entre Robin Furth (ayundante del escritor y experta en la mencionada obra), y Peter David, con el dibujo de Jae Lee coloreado por Richard Isanove, en un relato que no solo disfrutarán los millones de fans del rey del terror, sino tambien aquellos que disfrután con las buenas historias.
Una saga que bebe tanto de Tolkien, como de Sergio Leone y Philip K. Dick, que no desmerece de su original literario.
La única pega es que te sabe a poco y quieres más.
Menos mal que la edición de Panini, viene repleta de jugosos extras que expanden este fascinante Universo, y te permite conocerlo un poco más en profundidad.
Me tendré que poner manos a la obra, y continuar la lectura de los libros, que la tengo un poco abandonada.

2 comentarios:

Alejandro M dijo...

Dos veces la he cogido y dos veces la he terminado apartando. La serie en su conjunto no esta mal, pero igual que toda la obra de SK la mitad del libro es de relleno y cuando te pones un libro tras otro de 600 paginas acabas un poco quemado.
Voy por el quinto y creo que hasta que no baje un poco mas la pila de pendientes no seguire con ellos.
Saludos

Raúl Martin dijo...

Yo también tengo un poco "atragantado" a S.King útimamente. Estos cómics no me están gustando porque los encuentro demasiado lentos y estáticos. El dibujo de Jae Lee me parece más una colección de postales que la narración gráfica de una historia.
No sé si soy el único que piensa esto.